18.11.10

25

Pues sí, hoy cumplo tan redonda (y de tan sonora rima) edad. De hecho a estas horas en las que escribo, estaba ya a punto, pero de verdad a punto, de salir al mundo y de llorar por primera vez tras recibir la primera ostia de la vida. Tantas habrían de venir luego...

Pero no os creáis, queridos lectores (y lectoras, lo siento, Bibiana, que aunque ya no seas ministra, hay que seguir siendo correcto) , que estoy de bajón y/o voy a hacer una entrada tristona-sentimentaloide-lacrimosa-vejestoria-egocéntrica-repasando mi vida. No. De hecho estoy bastante bien, me encuentro bastante bien. Viejo del todo, como dice mi amiga, pero bien.

No voy a decir completamente feliz porque sería mentir descaradamente como un bellaco. Tampoco voy a exponer aquí los motivos que explican esa falta de total felicidad. Tengo mucho respeto por mi escasa (dicho sin acritud) y fiel audiencia, desde luego.

Lo cierto es que hace ya 25 años que nací en Almería, y, con todo lo que ha pasado, con todo lo que he disfrutado, padecido, aprendido, llorado, experimentado,enfermado,recorrido ...en fin, con todo lo que ha llovido y todo lo que ha pasado desde esa madrugada de otoño de 1985, aquí sigo. Aquí estoy y no puedo hacer otra cosa que darle las gracias sinceras a toda aquella gente que me ha ayudado a sobrevivir, que me ha modelado,que me ha recriminado, que me ha querido, que me ha soportado, en fin, que me ha acompañado en esta vida que puede ser tan cruel y odiosa. Comenzando por mi madre, cómo no, siguiendo por el resto de mi familia más inmediata (padre y hermano) y finalizando en todos aquellos amigos (y amigas, pocas pero especiales, no me pillas, Bibiana) que alguna vez lo fueron o lo siguen siendo actualmente.

En serio, muchas gracias a todos. A todos. Yo lo hice lo mejor que pude.

Aquí estaré.

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