7.4.11

Sangre, arena.... y semen


Bueno, pues ya ha terminado en Cuatro la primera temporada de Spartacus: Blood and Sand. Actualmente no hay continuación por la grave enfermedad del actor protagonista, por lo que se procedió a realizar una precuela (Gods of the Arena). Deseándole una pronta recuperación y toda la salud del mundo al galés Andy Whitfield, procederé ahora a despotricar un poco contra la serie.

Sí, despotricar. Lo siento por los fans (y las fans) de la serie. Desde luego no me parece la peor serie del mundo, de hecho tiene aspectos positivos, pero no me entusiasma tanto como a algunas personas, las cuales me la recomendaron fervientemente. No me llega a convencer del todo.

Al principio creía que sería una mezcla entre Gladiator, Roma y 300, o algo parecido. Nada más lejos de la realidad. Se asimila a la película de los espartanos, cierto, en su estética de combates a cámara lenta (aunque en esta serie son bastante menos realistas, con decapitaciones de serie B, y mucho más fantasiosos e irreales, si cabe) sangre a borbotones (aunque la proporción entre Spartacus y 300 sea de 20 litros a 1 o 2 de líquido) y proliferación de hercúleos torsos depilados (si bien resulta más filogay la de los gladiadores en comparación con la de los valientes de Leónidas) .Pero ahí se acaban las similitudes.

Desde luego 300 no fue tampoco una película histórica al uso (tampoco se las daba de histórica, desde luego). Basada en un cómic, interpretaba la historia de la heroica batalla de las Termópilas y de Esparta a su manera, y predominaba la fantasía en gran parte de las escenas. Pero tenía algo, como el lenguaje, las frases, las interpretaciones de los personajes y sus miradas, su determinación, la voz del narrador, incluso la música, etc, que provocaba que te implicases con los protagonistas, padecieses sus penurias, te emocionases incluso (por no hablar de Gladiator...) Roma era una serie violenta y para adultos, no fue nada del otro mundo, pero tenía algo más de guión (aunque también abundaba el lenguaje chabacano y las escenas subidas de tono, continuamente) y suficiente historia interior. En Spartacus resulta complicado ver más allá de los cubos de sangre, las amputaciones físicas y las declaraciones de machito de guimnasio. Hay una historia de personajes, hay un trasfondo; pero no es fácil verlo, por lo menos para mí. Acaba uno (yo, por lo menos. No sé el resto de la gente) saturado del lenguaje soez y patibulario, totalmente extemporáneo (cierto que no es una serie histórica, que es fantástica-erótica, pero...sigue sin gustarme esa tendencia de hacer pensar y actuar a personajes antiguos como si fueran actuales), de la pobreza del guión (la mayoría de las veces) y de las muy gratuitas escenas de sexo explícito que la mayoría de las veces no aportan nada.

Sexo explícito. Es fácil tildarme de mojigato. E injusto. Más que nada porque no lo soy. Bueno, desde luego la serie da lo que promete, esto es, sangre y espectáculos en la arena, aunque para ser honestos en el título deberían haber incluido "y sexo", o "y carne" , o algo así. "Semen", mejor. Totalmente. Con rigurosos planos de genitales masculinos rasurados y femeninos (con toda la pelouse...entonces exclamo "oh, vaya, Ilithia no lo lleva depilado...¡lo sabía! . Esto es vital para la trama. Ya puedo dormir tranquilo") y todo lo demás. Y por supuesto sudorosas y detallistas escenas en el ajo. La serie pretende ir de transgresora, desde luego, creyendo que por mostrar esas escenas (o incluso escenas homosexuales de sodomización) más transgresora es, aunque se queda en tópico, en lo fácil. Y de provocadora, y se queda en parodia. Algo hortera. De hecho, más que de 300, queda más cerca del horterismo carnavalesco de películas como la polémica Calígula, protagonizada por unos decadentes Peter O´Toole (antiguamente Lawrence de Arabia) y Malcolm McDowell (protagonista de La naranja mecánica) en el año 1979. Semi-pornografía de mascarada. La ambientación en la lasciva Roma (si bien el ludus de los gladiadores se sitúa en Capua, la cual, en la serie, más que en una fértil llanura de Campania parece que se encuentre en los Andes o en el Himalaya) es el único pretexto para enseñar kilos y apéndices de carne, así porque sí. A mí me aburre, personalmente. Pero soy yo. Si te basta con una serie que sean toneladas de eso, con alguna pequeña historia dramática por ahí y alguna frase memorable entre tanta polla, coño, joder, puta, pollas de Júpiter, por los putos cielos, mantén tu polla pegada a tu cuerpo, ¿con qué polla te vas a tirar mi cadáver?, por las pollas de los dioses, quiero sentir tu polla dentro de mí, etc, etc, pues te encantará Spartacus. Y lo respeto, conste en acta. Para gustos, colores.

Pero lo siento. Para mí los diálogos son una estafa la mayoría de las ocasiones y a veces resulta complicado encontrarle seriedad o emoción a lo que dicen o a las tramas. Si ves a un maromo casi afirmando "La polla me llega hasta el Vesubio, qué macho soy", pues luego es difícil creerse si sufre, si padece o si está enamorado de tal esclava. Hay que hacer un gran esfuerzo para implicarse. Seres musculados al máximo que sólo saben hacer dos cosas, ambas relacionadas con la carne: o seccionarla o introducirla en otro cuerpo. Cierto que hay personajes menos patibularios y menos machos alfa como el propio Espartaco o su amigo Varro (de los escasos personajes positivos, amables, de la serie). Pero para mí han destrozado a Espartaco. Deberían haber dejado en paz al esclavo rebelde. Cierto que los responsables de la serie no buscaban una fiel recreación histórica al estilo de Yo, Claudio, por ejemplo. Supongo que su intención era acercar al público y a la juventud el personaje del tracio rebelado contra Roma, pero apostando por lo más exitoso, obvio y fácil. Músculos, sangre y sexo, con poco guión, trasfondo y verosimilitud. Decorados irreales de cartón piedra o de ordenador (Capua parece sacada de algún juego tipo Total War o Age of Empires) con un cielo ocre de nubes veloces todo el tiempo.

Intentando dejar a un lado el lenguaje soez (la abundancia del palabro polla es increíble, insisto con ello. La verdad, no soy un purista que abogue por el lenguaje limpio, ni se escandalice por hablar zafiamente. Ahí está el ejemplo de las películas de Tarantino, de Scorsese o de Al Pacino, las cuales me encantan. Ahí puede quedar bien. Pero en Spartacus queda fuera de lugar, atemporal y se hace muy, muy repetitivo, haciendo quedar por académicos de la lengua a los mafiosos de Nueva York, Los Angeles o Miami, ya que éstos saben decir algo más que polla), intentando dejar a un lado el lenguaje soez, como digo, algunas actuaciones de actores son bastante buenas, como el propio protagonista, quien no suele hablar al estilo de sus hormonados compañeros y en ocasiones produce verdadera tristeza. También destacan, a ratos, Batiato por su maldad disfrazada de honestidad, Doctore por su rectitud, serenidad y disciplina o Ilithia por su atractiva perversión casi diabólica. Del resto, poco más. La actriz que fue Xena, la princesa guerrera (Lucy Lawless) se pasa toda la serie hablando de pollas, coños y tirándose a Crixo (el galo rival de Espartaco) , quien da totalmente el pego de actor porno.
Si bien, siendo honestos, es plausible la mejora de la serie según avanzan los capítulos (porque he visto la temporada entera, para realizar una crítica completa) aunque con algunos altibajos, pero sí. En mi opinión, cuando abandonan un poco ese lenguaje monotemático y esas escenas repetitivas y se centran en las traiciones, convicciones y decisiones de los personajes, acelerándose los acontecimientos (precisamente en el último capítulo, y es una verdadera orgía, esta vez de sangre) y se realizan discursos más serios, es cuando la serie alcanza entonces sus mejores momentos. Aún así, le falta algo y le sobra también algo.

Pan (carne) y circo. Pelín hortera. Pornografía reconvertida en serie. Si querían una porno, no hacía falta disfrazarla de serie pseudo-histórica-dramática-gore, ¿Pero todo junto?. Serie sobrevalorada, en mi opinión. La apreciarás si te basta con sangre y vísceras a saco, camboya a mansalva y diálogos de presidio o guimnasio. Si buscas algo más elaborado, con buen gusto (se pueden decir cosas buenas y malas de Spartacus. Pero no que tenga buen gusto) con un poco más de trasfondo, emoción y contenido, más allá de las alcobas romanas, igual no te gusta, o no te gusta tanto, o te aburre un poco.

Supongo que la solución podría ser no tomársela en serio y desprenderla del rigor exigible. Contemplarla como puro entretenimiento, como sea, similar al de los patricios romanos. Entretenimiento básico (muy primario) y simple. Tan primario y simple que lleva a preguntarme si seguimos sin bajar del árbol o sin salir de la cueva. ¿Éste es el entretenimiento preferido, el único? ¿Sangre y sexo?. Pero, ay, ¿si no te llega a entretener? ¿Si llega a aburrir? ¿Si no te cuenta mucho más aparte de que Fulano dé estopa a mujeres y hombres (a cada colectivo de un modo distinto) o Mengana sea una pervertida diabólica?

Así que ya podéis tildarme de mojigato, pureta, pelmazo o excesivamente exigente. No está del todo mal la serie, repito. Pero prefiero las mencionadas 300, Yo, Claudio o Gladiator (cada una en su estilo, y bien diferentes) y algunas películas más antiguas. Personalmente me sigo quedando con esa maravilla de hace 51 años llamada Espartaco, de Stanley Kubrick y protagonizada por Kirk Douglas, Peter Ustinov, Laurence Olivier, Charles Laughton, Jean Simmons y Tony Curtis, entre otros. Una película bastante política, con alguna que otra apología del comunismo, pero un prodigio en muchos sentidos. Ambientación, diálogos y profundidad de personajes, por ejemplo. Enorme película. Una de las mejores de la historia del cine.

2 comentarios:

  1. Comletamente deacuerdo contigo en todo lo que dices de la serie ,debería haberse llamado sangre y semen porque no pasa de ahí, las escenas de lucha hay veces que te tienes que reir porque ves claramente los efectos de ordenador cuando cortan o meten la espada, el ludus parece que este en medio del olimpo con tanta nube artificial, el público de los juegos no se pero juraría que son siempre los mismos .
    Si he visto la serie entera ha sido única y exclusivamente por Andy Witfield un regalo para la vista que hipnotiza cuando aparece en pantalla..si soy básica , es guapisimo ,aparte creo que ha hecho un gran trabajo en las únicas escenas en las que se ha podido lucir...le deseo lo mejor y que se recupere pronto.

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  2. Me parece que has hecho un post de cine... objetivo y realista, y lo dice uno que se ha visto la temporada entera, pero claro, llegas de trabajar, del gimnasio, todo el dia en la calle, comiendo por ahí y llegas a casa y ves lo que sea, aunque para serte sincero, llegaba a casa con ganas de verla. Pero lo evidente es evidente, y todo lo que dices es pura verdad. Esas mujeres que salen t captan la atención, luego te distraes con sangre extra líquida, luego alguna trama te vuelve a captar la atención... la serie no es para ganar ningun premio, bueno a la mejor serie porno si que podría... en Roma, se decia polla todo el rato? Pues roma desde luego, que era la polla.

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