28.1.12

Miscelánea (VI)

- Ya ha pasado más de una semana, pero aún sigo lleno de gozo. Ya era hora. Lo necesitaba. Ahora, a seguir por el buen camino y a empezar algo de lo mío de una vez por todas.

- Hace una semana precisamente andaba yo por Granada, y tampoco se ha ido de mi mente, como tantas otras veces. Difícil cosa. Verdaderamente soy alguien inquieto porque, a pesar de estar contento y tranquilo en Almería, he de reconocer sus limitaciones. Yo siempre la defenderé y nunca renegaré de mis orígenes, pero es cierto aquello de que si te gustan los museos, los monumentos, la historia, la vida bullendo por las calles, la variedad, cosas que ver...en fin, se te puede quedar pequeña. Granada sería perfecta para vivir porque además está cerca de Almería. Es una capital, pero a un nivel superior respecto a ella. Un nivel intermedio, prácticamente de capital de comunidad autónoma y más aún que otras capitales , pero sin llegar a la altura de las tres o cuatro grandes ciudades del país. Y ni siquiera Valencia y aun Barcelona pueden competir con Madrid. Es la capital de España y con todo lo que ello conlleva, bueno y malo. Pero es la capital. Allí está el pulso de la nación y siempre hay algo que ver o hacer en cualquiera de los grandes edificios o reconocibles espacios urbanos. Me encantaría vivir allí, lo reconozco. Pero de momento sigo siendo un provinciano. Y a mucha honra.

- Sherlock, la serie inglesa (cómo no) estrenada por Antena 3 hace unas semanas -aunque ya la programaban en otras cadenas privadas- es toda una agradable sorpresa. La primera temporada consta sólo de tres capítulos, si bien son capítulos de 90 minutos. Me ha sorprendido muy favorablemente, a mí, un purista, y más si hablamos de libros e historia. Y encima si es una de mis lecturas predilectas -tengo todas las aventuras y casos de Sherlock Holmes-. Películas y series del detective ha habido cientos, aunque es ésta una adaptación diferente, ya que está ambientada en la rabiosa actualidad y por tanto hemos de olvidarnos de bombines, levitas (aunque el protagonista de la serie lleve un largo abrigo negro), calesas (aunque la pareja va siempre en taxi, los carros de caballos de nuestra época), lentos y puntuales trenes y neblina victoriana. Pero, y esto constituye su mayor atractivo, han sabido transladar el espíritu de los personajes y los libros de Conan Doyle a nuestra época. Eran así. Holmes es frío, irritante, egocéntrico, misógino, antisocial, drogadicto y con una capacidad sobrehumana para la deducción aunque por ejemplo no tenga idea alguna de temas comunes para la gente de a pie. Tiene vista de lince y da sus explicaciones aceleradamente y sin que apenas pilles algo, y sólo cuando piensas más lentamente caes en la cuenta. Watson, algo más mayor que Sherlock, es un médico herido en Afganistán (en la actualidad y en los libros) con ciertos traumas de la guerra, pero tranquilo, más humano, despistado y mujeriego, y a la vez narrador de las aventuras de su nuevo compañero de piso, del cual Arthur Conan Doyle era sólo una especie de transcriptor de las memorias. En la serie Watson tiene un blog donde los va relatando, con las habituales críticas de Holmes. Luego están los secundarios, como el algo inútil inspector Lestrade, quien se exaspera con los métodos de Sherlock, aunque va reconociendo los méritos del "detective no oficial", para nada respetado por el cuerpo de policía londinense; o la señora Hudson, la simpática, afable y paciente propietaria de la casa de los protagonistas en el 221B de Baker Street. También el estirado y cargante hermano de Sherlock, Mycroft, o el maléfico genio del crimen, Moriarty. La serie está llena de referencias a las páginas de papel, y, pese a los detalles actuales como los sms por teléfono móvil (¿acaso no son una especie de telegramas?) e internet, tiene mucho más del espíritu de los libros de Conan Doyle que las últimas y exitosas entregas en largometraje protagonizadas por Robert Downey Jr. y Jude Law y dirigidas por Guy Ritchie, por ejemplo. Son películas innegablemente espectaculares y entretenidas, pero demasiado ruidosas y explosivas, por tanto alejadas de los casos de Sherlock, complicados enigmas más basados en la deducción y en la investigación soterrada, sesuda, silenciosa e invisible, que en el artificio y la pelea, aunque haya casos holmesianos que requieran esfuerzo físico y unos cuantos balazos. En cuanto a la serie, lo dicho. Todos los aspectos, desde las magníficas interpretaciones de los actores, sobre todo de la pareja principal, un buen guión con atrayentes tramas, una serie adulta y dramática pero con toques de humor (con bromas alusivas a la homosexualidad de la pareja, incluso) y hasta la música, con el pegadizo tema principal. Sí. Una estupenda revisitación desde la actualidad del clásico.

- Este lunes estrenan por fin Isabel, la esperada serie sobre los Reyes Católicos, centrada supongo desde la perspectiva de Isabel I de Castilla. Dada la edad de los actores elegidos, empezarán por los primeros y difíciles años del reinado y su boda (se casaron con apenas 18 años, antes de ser reyes, en 1469) y de ahí en adelante, al estilo de Los Tudor (por cierto el anuncio promocional es calcado a la de esta serie) y su lozano Jonathan Rhys Meyers, quien encarnó a Enrique VIII desde los 18 años hasta su muerte con 55 sin prácticamente cambios físicos. Únicamente en los últimos cuatro o cinco capítulos le pusieron la barba canosa, maquillaje de arrugas y una voz más cascada. Algo acelerado porque Enrique parecía más un Dorian Gray eternamente joven. Pero dejemos Los Tudor, pues ya hablé sobradamente bien de ella en su momento. Volvamos a Isabel. Le daré un "voto de confianza", a riesgo de equivocarme por completo, pero se lo daré. Es española y como tal cuenta con ciertos inconvenientes y taras, como el presupuesto, las interpretaciones de los actores, la endeblez de la historia a contar y el guión y una enorme tendencia hacia lo políticamente correcto (con solo un vistazo a las fotos promocionales me percaté de que en Isabel habían quitado el yugo y las flechas al emblema de los Reyes, entre otras cosas) , pero que a su vez deriva en una querencia por mostrar desnudos dignos del destape sin venir a cuento (véase Toledo). La verdad es que para mí, siendo de La Primera, tiene más fiabilidad que otras cadenas. A ver lo que sale. Pido mucho, pero sería estupendo que estuviera más cerca de Los Tudor o Los Borgia que de la susodicha Toledo, de Hispania (con personajes de nombres tan "íberos" como Paulo, Sandro o Alejo ¿Ein?) , de Eboli o de Águila Roja. La irrepetible época de los Reyes Católicos puede dar para una extraordinaria serie que dé a conocer mejor toda esa historia al público en general. O para un bodrio contemporáneo que sea suprimido al tercer capítulo o que, como las aventuras del español del siglo XVII que viaja a Japón como quien va a Mallorca y vuelve hecho todo un ninja (los cristianos eran martirizados en las islas niponas en esa época, pero eso poco le importa a nuestros simpáticos amigos del "te va a caer la del pulpo" y del escote hasta el ombligo). En fin. No soy tan excesivamente purista del rigor histórico, puesto que Los Tudor no siempre eran rigurosos, por ejemplo, y Braveheart es una de mis películas favoritas. Pero una cierta relajación en el rigor puede compensarse por la profundidad de personajes o calidad del guión, además de despertar interés por la historia, que desemboque en la curiosidad por la Historia, con mayúsculas. Veremos.

2 comentarios:

  1. Lalachan strikes again.
    La verdad es que no sé si ver "Isabel". Aunque se emita por la Uno, haremos bien en recordar que en esa misma cadena se emiten perlas como "Amar en tiempos revueltos" y "Águila Roja" (ay, que me LOL). Pero, en fin, a ver si esta vez nos ofrecen algo bueno, para variar. Supongo que también la veré, a falta de algo más interesante que ver, aunque me encuentro dividida: ¿La veo para contemplar a Rodolfo Sancho o la desdeño porque sale Michelle Jenner? Difícil decisión. En fin, si acabo muy decepcionada siempre me quedará Filmaffinity.

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  2. Jeje, estamos igual Lalachan. Y menos mal que han puesto a R. Sancho, porque se rumoreó con la presencia de Hugo Silva...ya me estaba imaginando una especie de "Hombres de Paco" bajomedievales!!! Y sí, siempre te (nos) quedará Filmaffinity!!

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