Por supuesto que la vida merece la pena, pese a todo lo canalla y cruel que es, pero hay que disfrutarla, pues es corta y puede acabarse en cualquier momento. Aunque tal vez sería difícil explicarlo todo por escrito, pero hoy, a la manera de revistas digitales como Jot Down (desde luego, sin la carga y el postureo hipster de aquella), me apetecía transmitir, a modo de curiosidad y aunque a nadie le interese, mis 1oo razones simbólicas por las que uno puede seguir teniendo ganas de vivir y le hacen la existencia más agradable o disfrutable; intento evitar las más evidentes y recurrentes, y probablemente me deje unas cuantas en el tintero. Ahí van, y por supuesto el número no indica el orden o mayor y menor importancia:
1- El sol en invierno.
2- Leer cualquier clásico.
3- El sabor de un buen café.
4- Poder desahogarse.
6- Murcia en las calles entre la plaza de la Catedral y la de Santo Domingo.
7- Una palmada en el hombro y/o un abrazo de un amigo.
8- La totalidad de la discografía de Led Zeppelin.
9- Indiana Jones.
10- Las panorámicas y el aire que se respira en (y desde) la Isleta del Moro.
11- Este final. La película entera. Y su banda sonora.
12- Ennio Morricone.
13- La elegancia decadente (o la decadencia elegante) de El Gatopardo, tanto la del libro como la de la película.
14- Clint Eastwood.
15- Las partes menos turísticas de los lugares muy turísticos.
16- Encontrarte en la romana Piazza della Rotonda con la mole del Panteón de Agripa. Y entrar en él.
17- Los doblajes de Constantino Romero.
18- Dejarte llevar por la voz de Dumas en El conde de Montecristo y la trilogía de Los mosqueteros.
19- El olor a tierra mojada que deja la lluvia.
20- La ópera.
21- Las dos Castillas.
22- Hans Zimmer.
23- Al Pacino y Robert de Niro hasta hace 20 años.
24- El principio de una relación.
25- El lametón de un perro. Su amor inquebrantable.
26- El Danubio Azul. Los vals.
27- Un baño en el Mediterráneo, ante un eterno atardecer.
28- Los Simpson, en su etapa gloriosa (temporadas 2-10).
29- La estampa señorial del Madrid del XIX.
30- Un tinto de verano bien hecho.
31- La atmósfera, el ambiente, de El Padrino I y II.
32- El olor y el tacto de las páginas de un libro.
33- Claudia Cardinale.
Claudia Cardinale, 1965.
34- Freddie Mercury.
35- El tacto y el aroma de la piel de una mujer.
36- Andar sin prisas por la Plaza Nueva, la Carrera del Darro y el Paseo de los Tristes, a la sombra de la Alhambra.
37- Los pueblos perdidos.
38- Una conversación con tu abuela o tu abuelo, mientras tengas la suerte de que sigan vivos, claro.
39- 300 años de música clásica.
40- La banda sonora compuesta por Basil Poledouris para Conan el bárbaro (1982).
41- El chocolate, en sus múltiples formas , colores y estados.
42- El queso. De cualquier lugar, olor y sabor.
43- Las patatas, en cualquiera de sus preparaciones y presentaciones.
44- La sensación de satisfacción.
45- Toledo.
46- El tema de Lara.
47- El cine de Sergio Leone.
48- La leche. De vaca, de cabra, caliente o fría.
49- La gastronomía tradicional. Especialmente la de las madres y abuelas.
50- Franco Battiato cantando con Alice esta canción.
51- Tener hermanos. Aunque con uno es suficiente.
52- La música de los 80.
53- El western.
54- El Impresionismo y en general toda la pintura del siglo XIX.
55- La comida italiana.
56- El Barroco. Ya sea pintado, construido o esculpido.
"El rapto de Proserpina". Gian Lorenzo Bernini, 1621-1622, Roma.
57- Desayunar churros.
58- Los dos himnos de Irlanda cantados por su equipo de rugby y por el público de Dublín, ante Inglaterra.
59- El helado de turrón.
60- Always on my mind. La versión de Elvis Presley.
61- Himnos guerreros como La Marsellesa, el de México y el de Uruguay.
62- Mantenerse pegado a la butaca del cine.
63- Las películas de Berlanga.
64- Los abrigos. Y las bufandas.
65- Las manzanas. El zumo de naranja. Las mandarinas. Los higos. Y las uvas.
66- La obra de Alfons Mucha.
"La luna y las estrellas". Alfons Mucha, 1902.
67- La fotografía y el vestuario de Barry Lyndon. En realidad, toda la película.
68- El final de Excalibur (1981).
69- La opiniones de Arturo Pérez-Reverte.
70- More than a feeling, de Boston.
71- El frío.
72- Burt Lancaster.
73- El pan. Comerlo solo o con algo. Y su olor.
74- Los artículos de David Gistau.
75- Un cielo limpio, lleno de estrellas, lejos de la ciudad.
76- Los grillos en las noches de verano.
77- Cuando John Wayne se va, y se cierra la puerta, en Centauros del Desierto.
78- Jennifer Lawrence en El lado bueno de las cosas.
79- La niebla.
80- Los jardines y parques viejos, sin remodelar ni modernizar.
81- Percibir un perfume, un olor, que te transporta a una persona o a un momento del pasado.
82- Hablar de todo y de nada con los amigos.
83- Astérix y Obélix. Y Tintín. Y Mortadelo y Filemón.
84- Saborear una cerveza, especialmente en compañía.
85- Los pasodobles. Sobre todo este . O este. O este otro.
86- Contemplar (y tocar, si es posible) lugares y objetos que son historia.
87- Reírse con El hombre tranquilo.
88- Made in Japan, de Deep Purple. Entero.
89- Las conversaciones de El Nota y Walter en El gran Lebowski.
90- El torrente musical power-metalero de Rhapsody (of Fire).
91- El olor a azahar.
92- Tener una buena amiga con la que tener complicidad.
93- Reservoir Dogs y Pulp Fiction.
94- Las fotografías en blanco y negro.
95- Ver nevar.
96- El cine "clásico", con escenas como ésta.
97- Daniel Day-Lewis sobreactuando.
98- Correr bajo la lluvia.
99- Las palabras antiguas que ya no se usan (o apenas) , como "pardiez", "antediluviano" , "alcoba", "prístino", "jícara" , "petimetre", "bellaco" o "acémila".
100- El cielo de Almería.
A mí sí me interesan.Tendré que ir tachando cositas de la lista interminable, por probar a ver. Alguna, si quieres cuando vengas, las hacemos para recordarnos que todo esto tiene sentido. Eres un máquina. I miss you.
ResponderEliminarMuchas gracias!! :) Iré, iré, pero no sé a dónde porque no sé quién eres...¿?
Eliminar¡Hala, esto me ha recordado a mis 114 cosas que me gustan! Me ha encantado leer esta entrada, y en algunas cosas coincidimos plenamente (en otras no tanto, no íbamos a ser iguales en todo). Me has abierto el apetito con las de comida, me han entrado ganas de ver una película de las que mencionas, y quisiera oír ahora mismo todas las canciones que tanto te han marcado. Los lugares, aunque no los he visitado, me han hecho sentir morriña de "mis" lugares especiales. Y me quedo especialmente con las palabras rancias que, en nuestra deformación profesional como historiadores, quisiéramos que se siguieran utilizando. ¡Voto a bríos que sí!
ResponderEliminarMe ha encantado!! Un beso!!
Jeje, muchas gracias Laura!!! Claro, cada uno y una tiene sus gustos ;). ¿Has visto con qué poco se hace una entrada? Jaja.
EliminarPardiez que me alegro por sus bellas palabras, honorable dama. Un gentil saludo para vos ;)