4.3.16

Se puede vivir sin Oscar


                                                                    Richard Burton, compuesto y sin Oscar.



Con la muy reciente ceremonia de entrega de los Premios Oscar (su edición número 88) y la estatuilla a Leonardo Di Caprio, que para sus fans ha sido una especie de liberación, una justicia divina, algo que se merecía sí o sí y ya, o premio o muerte, me ha dado por pensar y me acordé entonces de todos aquellos actores, directores, guionistas y compositores y todas aquellas actrices y guionistas, que se fueron de este mundo sin el preciado galardón. O ese grupo de olvidados y olvidadas, aún físicamente en Sunset Boulevard, pero que no parece vayan a tener tanta suerte como el protagonista de Titanic. 

Podrá discutirse sobre el prestigio o no de los Oscar, pero resulta innegable su trascendencia y el significado que con el paso del tiempo han ido adquiriendo, decadencias y decisiones inexplicables aparte. Tampoco se debe ser tan infantil como para despreciar a los actores y actrices que nunca lo han ganado pues, como se sabe y veremos ahora, son casi legión y en algunos casos se trata de auténticos mitos del celuloide, por lo que podría decirse que el que estén sin premio los distingue más aún. 

Como sabemos, la Academia del Cine de Hollywood ha tenido un criterio curioso a lo largo de la historia, claramente discutible en ciertas ocasiones; por ejemplo, que le dieran el Oscar a John Wayne por Valor de Ley en vez de por Centauros del Desierto, El Hombre Tranquilo y etcétera, o a Al Pacino por Esencia de Mujer, olvidando los tres Padrinos, El Precio del Poder Atrapado por su Pasado. O que Stanley Kubrick nunca obtuviera ninguno por mejor director. O Sergio Leone, nada de nada. Y  en esta última ceremonia, han premiado a Morricone por Los Odiosos Ocho en vez de por Hasta que llegó su hora, La Misión o Cinema Paradiso. El gran compositor Basil Poledouris murió en 2006 sin un triste premio.  La Academia suele obsequiar los papeles que implican un gran esfuerzo/cambio físico, aunque a veces se les va la olla y le dan la estatuilla a personajes tan complicados como el que hizo Penélope Cruz en Vicky Cristina Barcelona, pues aparecía, ¡oh cielos! de española impulsiva. Papelón shakesperiano

Siendo sincero, no me cae mal Di Caprio. Puestos a hablar de manías, ahí están Sean Penn o Nicolas Cage, a quienes no soporto, sobre todo al primero. Leo me parece un buen actor. Pero tampoco había que hacer un drama porque a los 41 años no tuviera todavía el Oscar; tiempo de sobra tiene (o tenía). Pero vivimos en una época dominada por lo instantáneo, por la inmediatez; todo ha de ser hoy, como muy tarde mañana. En fin. Pasemos ahora a ver las historias de unos cuantos grandes actores, de ayer y de hoy, todavía sin estatuilla. Y sólo actores; dejaremos actrices y directores para otro día, pues si no la entrada sería enorme. 



- Cary Grant (1904-1986). Galán de la época dorada de Hollywood, participó en comedias como La fiera de mi niña, Arsénico por compasión o Historias de Filadelfia, y en clásicos de Hitchcock como Con la muerte en los talones, Sospecha o Atrapa a un ladrón. Polivalente, también se desempeñaba bien en el cine bélico. Muy bien considerado, pero apenas nominado, sólo recibió el Oscar Honorífico en 1970, cuando ya estaba retirado. 

 - Richard Widmark (1914-2008). De presencia dura, granítica, pero con capacidad para emocionar. Muy versátil, destacó tanto en el cine negro, como en los dramas, el western, el cine bélico e incluso el de aventuras. Alguna nominación, ningún premio. Vencedores o vencidos, El Álamo, El beso de la muerte, El hombre de las pistolas de oro...

- Eli Wallach (1915-2014). Murió a los 98 años y en 2010 recibió el Oscar Honorífico, poco después de retirarse; su carrera es una de las más largas del cine, con más de seis décadas. Secundario habitual y polivalente,  es especialmente recordado por  Los siete magníficos y por su inolvidable Tuco de El bueno, el feo y el malo, aunque las nominaciones y los pocos premios se los llevara por Baby Doll o Vidas Rebeldes. Ya anciano apareció en El Padrino III o Mystic River. 

- Orson Welles (1915-1985). Director mítico y personalísimo donde los haya, lo cierto es que se desempeñó notablemente como actor, en Ciudadano Kane, El Tercer Hombre, Moby Dick, El largo y cálido verano, Campanadas a medianoche, Casino Royale...Nada. Su único medio Oscar corresponde al guión de Ciudadano Kane, escrito junto a Herman Mankiewicz, aunque en 1972 recibiría el Honorífico, cuando ya estaba casi fuera del cine y con mala salud. 

- Kirk Douglas (1916). Próximo al centenario, es uno de los grandes de la historia y por supuesto el mayor mito vivo. Sí, recibió el Oscar, pero se trata del Honorífico. Fue en 1996, y sonó a " señores académicos, Douglas tiene ya 80 años, hay que darle el premio que se nos va a ir ya sin ningún Oscar". Si bien desde los 70 bajó mucho su nivel y su acierto en la elección de películas, lo cierto es que la primera parte de su carrera está plagada de hitos: Senderos de gloria, Espartaco, Cautivos del Mal, El Gran Carnaval, El Loco del Pelo Rojo, El Ídolo de Barro, Brigada 21...Sin embargo, sólo fue nominado en tres ocasiones, acaso por su fuerte compromiso político.

- Robert Mitchum (1917-1997). Otro actor polivalente bregado en el cine negro, el western e incluso el de terror. También uno de los primeros antihéroes, a ello ayudaba su particular mirada somnolienta. Alcohólico y drogadicto, no tenía buena prensa, pero...¿acaso Hollywood es perfecto? Muy recordados sus papeles en El cabo del miedo, El Dorado o La hija de Ryan.

- Montgomery Clift (1920-1966). Prototipo de actor atormentado, derivado de su homosexualidad inconfesable, un accidente le hizo adicto a los tranquilizantes y murió joven.  Tal vez su mejor interpretación sea la de Vencedores o vencidos: el juicio de Nuremberg, aunque estuvo nominado hasta en cuatro ocasiones.

- Richard Burton (1925-1984). Uno de los más famosos de los "sin Oscar", sin duda es otro de los más grandes de la historia, aunque también fuera conocido por su alcoholismo o por su tormentoso matrimonio con Elizabeth Taylor (con quien actuó en Cleopatra), en el cual se dejó millones de libras en regalos. Interpretó personajes históricos y literarios y también frecuentó el cine bélico, el drama psicológico, e incluso se atrevió con la comedia gay.  De inquietudes intelectuales, el galés estuvo nominado hasta en siete ocasiones, pero nunca, en sus 58 años de vida, recibiría el preciado galardón. Cosas de la Academia.

- Richard Harris (1930-2002). Irlandés y bebedor, tuvo una carrera errática relanzada poco antes de morir, con Gladiator. Mucho antes había participado en Los cañones de Navarone, Rebelión a bordo, Un hombre llamado Caballo, Cromwell, Odio en las entrañas, Robin y Marian o Sin Perdón. 

- Omar Sharif (1932-2015). Egipcio nacido en una familia cristiana, se convertiría luego al Islam. Interpretó a árabes, mexicanos, suizos, rusos, bárbaros, argentinos, mongoles... en una carrera irregular y especializada en películas de corte histórico, aunque también en papeles de galán. Sus mayores hitos son Lawrence de Arabia y sobre todo Doctor Zhivago, su personaje más recordado. Por ambos papeles casi gana el Oscar. 

- Peter O´Toole (1932-2013). Como Harris, irlandés y bebedor. De carrera con altibajos y progresivamente a peor, se recuerdan sus actuaciones en Becket, Lord Jim o El león en invierno, pero sobre todo su inolvidable interpretación en Lawrence de Arabia, el papel de su vida. En 2002 se le concedió el Honorífico, sin duda para restituirle. 

 -John Cazale (1935-1978). El recordado e inestable Fredo de El Padrino. Su temprana muerte con sólo 42 años debido a un cáncer de pulmón acabó bruscamente con una carrera prometedora, con sólo cinco películas (El Padrino I y II, La Conversación, El Cazador y Tarde de Perros) todas nominadas a la mejor película, y él siendo alabado por la crítica en sus roles de secundario.

- Harvey Keitel (1939). Confieso mi debilidad por este actor de físico peculiar y característica presencia, con habilidad para interpretar personajes ambiguos. Con 76 años y cada vez menos papeles parece improbable que reciba ya un Oscar, ni siquiera el de honor. Recordemos Malas Calles, Taxi Driver, Los Duelistas, El Piano o Teniente Corrupto. Sin olvidarse de su implicación en el cine independiente, siendo crucial en los inicios de la carrera de Tarantino (Reservoir Dogs y Pulp Fiction).

- Ian McKellen (1939). Actor inglés, de la estirpe de los grandes intérpretes británicos, habitual del teatro y del cine. Al contrario que Montgomery Clift, ha llevado a mucha honra su homosexualidad; son otros tiempos, por otra parte. Tiene una larga carrera, pero con 61 años alcanzó la fama mundial por su inolvidable Gandalf (nominado al Oscar) de la trilogía de El Señor de los Anillos y por el Magneto de X-Men. 

-Martin Sheen (1940). El padre del incorregible Charlie cuenta con una larga e irregular carrera. Hijo de español emigrado a EEUU, posiblemente su mejor época fueran los 70, con Malas Tierras y Apocalypse Now. Sólo por haber sobrevivido al infierno del rodaje en Filipinas merecería el Oscar (de hecho sufrió un ataque al corazón y recibió la extremaunción) y realmente su actuación como Willard fue magnífica. Más recientemente destacó en la televisión, con El Ala Oeste de la Casa Blanca, y en el cine con Infiltrados.

- Nick Nolte (1941). De los actores camaleónicos y de múltiples facetas, también es bastante autodestructivo aunque en los últimos años ha renacido después de dársele por perdido. Quizá su cúspide se halla en los 90, con El príncipe de las mareas, El cabo del miedo, La delgada línea roja o Aflicción.

- Harrison Ford (1942). Vale, no es uno de los diez o quince mejores actores de la historia. Pero otros con menos han rascado premio. Aparte, no se debe despreciar el indudable carisma que el de Chicago ha demostrado interpretando a dos iconos del cine como son Han Solo e Indiana Jones, ambos historia del celuloide y de la cultura popular. Además, tiene buenas interpretaciones, como en Único Testigo, para la cual fue nominado al Oscar. Con 73 años, es carne de premio honorífico. O no, nunca se sabe.

- Alan Rickman (1946-2016). Falleció hace poco, con lo que lamentablemente su elegante presencia británica ha dejado de verse en pantalla.  Habitual del teatro, no saltó al cine hasta los 40 años, apareciendo, si bien nunca de protagonista, sí de secundario de lujo (La jungla de cristal, Robin Hood, Sentido y Sensibilidad, Michael Collins, todas las de Harry Potter, Love Actually...). Una pena.

- Samuel L. Jackson (1948). El afroamericano lo mismo aparece en taquillazos palomiteros, que en películas de autor o en bodrios de serie B. Pero es con Quentin Tarantino con quien ha demostrado su valía; por su inolvidable Jules Winnfield de Pulp Fiction fue nominado al Oscar y otros premios, así como por Jackie Brown. Y en Los Odiosos Ocho está soberbio.

- Tom Wilkinson (1948). Otro estupendo actor inglés, activo desde los años 70, pero que alcanzó mucha más trascendencia recientemente, desde En el nombre del padre y, sobre todo, Full Monty. Secundario de lujo, versátil y solvente para hacer tanto de "bueno" como de "malo", ha sido nominado por Michael Clayton y En la Habitación. 

- Michael Keaton (1951). De esos actores a quienes les ha llegado el reconocimiento en su madurez. Por Birdman casi gana el Oscar, y vuelve a estar de moda con la premiada Spotlight. Competente, se recuerdan sus comerciales papeles en los Batman de Tim Burton o en Beetlejuice

- Liam Neeson (1952). Sí, en los últimos años se ha puesto a repartir ostias en el papel de "padre-tranquilo-a-quien-secuestran-a-la-hija-y-resulta-ser-un-Dios-de-la-CIA" y ya mira más la billetera que el guión, pero estamos ante un actor notable de larga carrera que no tuvo un rol protagonista hasta los 38 años y  cuyo mejor momento fue tal vez los años 90, y su cima, La Lista de Schindler. Se merecía el Oscar, pero en medio estaba el Tom Hanks de Philadelphia. Era 1993 y el SIDA estaba de moda, en el peor sentido del término.

- John Goodman (1952). Famoso sobre todo a partir de los 90, participó en películas infantiles como Los Picapiedra o Los Borrowers, pero ante todo es un gran secundario y un habitual de los hermanos Coen; tal vez su papel más recordado sea el tronchante Walter de El Gran Lebowski. Más recientementemente, se le ha visto en Argo. En otro orden de cosas, en otros tiempos era recordado por su aspecto obeso, pero el estadounidense ha perdido peso de manera espectacular. 

- John Malkovich (1953). Podrá decirse que en los últimos 15 años poco ha quedado de ese gran actor que tanto prometía en sus inicios, pero estamos ante un enorme intérprete con un toque muy característico, ayudado por su peculiar rostro.  Su mejor época se sitúa en esos 12 años entre 1984 y 1996, con películas como En un lugar del corazón (nominado), En la línea de fuego (nominado), Las amistades peligrosas, Mary Reilly o El Imperio del Sol. 

- Gary Sinise (1955). Ahora está más centrado en las series de televisión y no parece que ya vaya a recibir una estatuilla,  pero es otro estupendo actor para nada encasillado. Como tantos otros, su época dorada fueron los años 90, con De ratones y hombres, Apolo 13 y sobre todo, Forrest Gump; su Teniente Dan es una de las mejores interpretaciones de las últimas décadas. Rozó el Oscar.  

- Steve Buscemi (1957). Otro secundario habitual, de muy característico físico y dedicado a un tipo de personaje muy concreto. Bien considerado por los críticos, luego sin embargo nunca ha sido honrado como se merece. Quizá su mejor momento se encuentra en los 90 (Reservoir Dogs, Fargo, El Gran Lebowski) y recientemente se ha centrado en las series de televisión (Boardwalk Empire).

- Gary Oldman (1958). Aunque estuvo por fin nominado en 2011, nadie daría un duro hoy por él en los Oscar. Tal vez su momento cumbre fue en 1992 con el Drácula de Coppola, cuando a su calidad como actor se unió su consideración como sex-symbol. Sin duda es un gran actor históricamente despreciado en los premios, con ninguna nominación durante décadas. Recientemente ha interpretado al inspector Gordon en los Batman de Nolan. 

- Viggo Mortensen (1958). Un tipo peculiar, alejado del estrellato,  que escoge cuidadosamente los papeles y no se mete en el típico taquillazo, a excepción de la trilogía de El Señor de los Anillos. Ya siempre será Aragorn, aunque se ha mostrado solvente en Promesas del Este, por la cual estuvo nominado, Una historia de violencia o The Road. En España fue un buen Alatriste pese a su forzadísimo castellano.  

- Tim Roth (1961). Británico, especializado en personajes malvados o, por lo menos, dudosos, maquiavélicos.  Ha tenido una carrera con altibajos. Con Tarantino alcanzó la fama mundial (Reservoir Dogs, Pulp Fiction) y con él ha vuelto en Los Odiosos Ocho, aunque su primera nominación llegó en el drama de época Rob Roy, donde realmente estaba de Oscar, pero el premio fue para Kevin Spacey (Sospechosos Habituales).

- Brad Pitt (1963). Fuera de su consideración como sex-symbol e ídolo carpetero en los 90, de las películas con Clooney y más recientemente, de apóstol del glamour y del postureo por su millonario matrimonio con Angelina Jolie, debe reconocerse que Pitt es un buen actor con, realmente, magníficas actuaciones. Kalifornia, Seven, Doce Monos, Sleepers, El club de la lucha, Snatch, Troya, Babel...Con 52 años, tiene 11 más que Di Caprio...

- Johnny Depp (1963). Su carrera parece haberse ido al garete entre sus excesos con el alcohol y las drogas y sus problemas matrimoniales,  pero es un actor bastante camaleónico y nominado hasta en tres ocasiones. Habitual de Tim Burton, también se ha desempeñado en papeles de mafioso, de pirado, de policía, de atracador de bancos y hasta de pirata.

- Paul Giamatti (1967). Secundario de lujo, su apariencia bonachona no le impide interpretar papeles ambiguos. Actor solvente, ha destacado en Entre copas, Cinderella Man o El Ilusionista.

- Josh Brolin (1968). Hijo del actor James Brolin, apareció con 16 años en Los Goonies, aunque sus mejores papeles vinieron rozando los 40, como Milk, No es país para viejos, American Gangster...

- Edward Norton (1969). En la actualidad parece que ha conocido mejores épocas, pero este actor es polifacético como pocos. Especialista en papeles de tipos desconcertantes y con habilidad para encarnar el bien o el mal, posiblemente su momento fueron los años 90. Cómo olvidarse de Las dos caras de la verdad o de American History X...

- Joaquin Phoenix (1974). El hermano del malogrado River (1970-1993) se hizo mayor con Gladiator , su primera nominación al Oscar, como actor de reparto en el papel del cruel emperador Cómodo. Luego ha sido nominado en dos ocasiones por En la cuerda floja y The Master y cuenta con notables actuaciones en La noche es nuestra, Her o El Bosque. Pero ningún premio "grande" para un actor competente que pertenece al tipo de estrella comprometida, pues es vegano y apoya las causas animalistas, en pro de la naturaleza y anticonsumistas. 

- Tom Hardy (1977). De la clase de actor que por su físico "parece un pedazo de carne que no sabe actuar", pero luego ha resultado que sí, y muy bien. De moda sobre todo los últimos 5 o 6 años, ha sido nominado al Oscar por su fantástico papel en El Renacido. Si el año pasado premiaron a alguien como Eddie Redmayne, no veo por qué no a Hardy, que ya lleva algunas buenas interpretaciones.



Así que...¿se puede vivir sin Oscar o no?

2 comentarios:

  1. Bueno, he de confesar que yo siempre he sido una de las partidarias de que le dieran el Oscar a Di Caprio de una vez; parece que por fin se ha roto la maldición y tendré que buscarme a otro actor al que no le hayan dado el Oscar para escribir pancartas en su defensa. Tu lista me servirá de mucho! ^^*

    En mi opinión, Leonardo Di Caprio, como tantos otros actorazos, se merecía un premio Oscar, pero creo que no por su papel en "El Renacido" (aunque he visto sólo algunas escenas, no toda la película), pues creo que ha protagonizado películas que sí le habrían granjeado un merecido Oscar, como "El gran Gatsby" o "El lobo de Wall Street". Supongo que esta vez se lo han dado porque ya tocaba, que ya habían sido bastantes veces y si no iba a cantar mucho la cosa.

    Es una lástima que haya tantos buenos actores que no hayan visto premiados sus esfuerzos con el ansiado Oscar. Se le ha dado mucho más pábulo al caso de Di Caprio, creo, por la sencilla razón de que parece que se presta a hacer más y más memes sobre él y su esquivo Oscar. Personalmente, yo no me imagino a Ian McKellen protagonizando un meme vacilón al estilo Di Caprio!

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    1. Sí, si no me parece mal que se lo den, y desde luego se lo han dado en "restitución" por otras nominaciones que parecían claros premios. Pero no sé, en mi opinión se exageraba mucho que con 40 años no tuviera todavía el Oscar, cuando como vemos hay y ha habido muchos actores que a esa edad no les llegó. También creo que Di Caprio, como lleva haciendo películas exitosas desde los 15 años, tiene más recorrido de estrella que muchos y de ahí el furor...jeje.

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