La semana
pasada pude disfrutar en el cine de dos películas de muy reciente
estreno; es lo que tiene volver a tener una vida social activa. Pero
dejemos este último tema para otro momento y hablemos de esos dos
films: El Renacido y Deadpool,
cada uno muy particular en su peculiar y respectivo estilo y desde
luego con ningún aspecto en común.
El
Renacido (The Revenant), del mexicano Alejandro G.
Iñárritu, cuenta la historia de Hugh Glass, un trampero y
explorador que sobrevive milagrosamente al brutal ataque de un oso,
para emprender luego la venganza contra quien le abandonó. La
película se basa levemente en una novela, a su vez inspirada en hechos reales (por cierto ya es el segundo largometraje sobre la vida de Glass). Ambientada en el helado y
salvaje interior de los Estados Unidos en 1820, se trata del clásico
relato del hombre y la naturaleza y la lucha por la supervivencia, no
sólo del ser humano, también del resto de los animales.
Como
película brutal y cruda funciona muy bien, pues las escenas
violentas se muestran con un nivel de detalle pocas veces visto (casi
parece que te estén arrancando la piel a ti) y los animales
recreados informáticamente son bastante reales. Si a ello le sumas
una fotografía bellísima, que se recrea en los espectaculares
paisajes norteamericanos, que capta hasta las minúsculas partículas
de hielo y que prácticamente te hace sentir hasta el aroma a pino y
sangre, es un largometraje muy disfrutable visualmente.
El problema
radica, creo, en su duración, 156 minutos; tal vez con veinte o
veinticinco minutos menos la película hubiera quedado más redonda,
pues llega un momento que se empieza a hacer reiterativa y
ligeramente eterna. A ello no ayuda cuando Iñárritu se pone en
plan Terrence Malick y se recrea con escenas oníricas y
pretendidamente trascendentales, en la línea de El Nuevo
Mundo o El Árbol de la Vida del citado director;
un deleite si eres devoto de ese ascético estilo de cine, pero una
ligera molestia si te van las emociones más fuertes y directas.
En cuanto
al reparto, constituye otro de los aciertos del film. La aclamada y
premiada (a falta del Oscar, que sabremos en breve) actuación de
Leonardo Di Caprio resulta bastante correcta, teniendo en cuenta
además que se trata del tipo de papel que suele ser ampliamente
recompensado en forma de estatuilla: dolorosos, extenuantes, de
lucha por la vida y donde se nota que han rodado en plena naturaleza.
Probablemente le acaben dando el Oscar, tal vez por injusticia
respecto a otros años, aunque particularmente en El
Renacido me parece bastante más creíble y notable la
actuación de un irreconocible y excelente Tom Hardy encarnando a un
tipo duro, miserable pero realista y pragmático, muy de su tiempo.
En resumen, El Renacido es una película evidentemente recomendable,
si te gustan las películas descarnadas, de "hombre contra
naturaleza" con regusto a western y a indigenismo y donde el
paisaje devora al ser humano. Una obra de arte algo larga de más y
donde se echa de menos cierta emoción.
Lo mejor:
- La
fotografía de Emmanuel Lubezki.
- Los
paisajes naturales.
- El trío
protagonista: Di Caprio-Hardy-Gleeson, sobre todo el segundo.
- Las escenas
de acción, de una tensión y una crudeza extraordinarias.
- Los
movimientos de cámara.
- Por suerte
los tiempos donde se lastimaban o mataban animales de manera gratuita
en el cine han pasado, por obra y gracia de la informática. Los
mamíferos generados por ordenador son verdaderamente espectaculares
y parecen bastante auténticos.
Lo peor:
- Duración
demasiado larga.
- Escenas
etéreas y diálogos que eternizan la película. "Momentos
Malick".
- Cierta
falta de emocionalidad. No transmite tanto como debería.
En cuanto a Deadpool, está dirigida por casi un debutante, Tim Miller, y se
trata de la adaptación, no la primera pero sí donde por fin
se le da el papel protagonista, del cómic del mismo nombre, creado
allá por 1991.
Dichos
tebeos no me los he
leído pero prometo hacerlo algún día, pues el personaje me ha
cautivado, qué demonios, me ha excitado, y todo gracias a la
película, un maldito disfrute de principio a fin.
Gamberra,
intrascendente, autoparódica, soez, exagerada, descacharrante,
genial, deslumbrante, barata, estúpida, ligera, poderosa...se podrían decir muchos
calificativos sobre una película bastante valiente y no apta para
todo tipo de público que dispara con bala ya que es como si Marvel
se criticara a sí misma y al modo de hacer películas de
superhéroes. Recalco lo de que no es apta para todo tipo de público, no ya sólo porque no sea algo para ir a ver con tu hijo, es que además no a todos los adultos puede hacerle gracia frases como "mi infancia fue porno con payasos" , por sólo citar un ejemplo.
Desde luego
Deadpool es el más antihéroe de los superhéroes, y es imposible no
caer rendido ante él. Y desde luego ante otro de los puntos fuertes,
la actuación de un excelente Ryan Reynolds en el que creo que va a
ser uno de los papeles por el que será recordado siempre. Aquí se
resarce del indigno papel que le asignaron como el mismo en Lobezno:
Orígenes y desde luego se su patinazo como otro superhéroe en Linterna Verde. Ya siempre será el desgraciado e irreverente
Wade Wilson.
No te la
tomes muy en serio (o sí) y prepárate para pasar unos estupendos
106 minutos en el cine (pocas veces me he reído más en una sala) en
la que ya es una de las mejores películas de superhéroes de todos
los tiempos; sería un error compararla con los Batman de Nolan, con
Watchmen, con las de X-Men o con las de Los Vengadores; esto
es otro nivel, otra liga; ni siquiera es el mismo deporte.
¡Chimichangas!
Lo mejor:
- Las
constantes chanzas y constantes golpes irónicos, escatológicos,
crueles y pasados de rosca, por obra y gracia del notable guión.
- El
endiablado ritmo, que apenas se da un respiro. Correctísima
duración.
- El
increíble Ryan Reynolds. Como actor nunca ha sido de mis
predilectos, pero aquí se sale. El resto de actores y actrices son
bastante más desconocidos, pero no desentonan en una película donde
el auténtico protagonista es Deadpool.
- La valentía
de autoparodiarse sin compasión, desde los títulos de crédito iniciales. Ni el propio Reynolds queda libre.
- Las escenas
de acción, verdaderamente espectaculares y que se recrean en todos
los detalles, no escatimando en sangre o en mutilaciones.
Lo peor:
- Sinceramente,
nada. No le veo defectos a esta película que no es exactamente una película al
uso. Pasé uno de las más gratos ratos empleados en un cine de mi
vida. Personalmente, no me gustaría que se hiciesen más
largometrajes en plan saga, pues creo que podría ir a peor. Como mucho una más.
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