11.4.11

Un año de...

Sí, el tiempo pasa realmente fugaz. Hace hoy justamente un año comenzaba "a surcar aguas mejores". Iniciaba mi andadura por este mundo virtual de escrituras sin papel ni tinta, con mucha incertidumbre, vergüenza y nervios ante lo desconocido, ante algo que nunca antes había hecho: publicar lo escrito. En este mundo global de la actualidad es mucho más fácil que se lean tus pensamientos y declaraciones si lo comparamos con hace.....15 años, no hace falta irse más lejos.

Este blog servía un poco, al principio, o ése era su cometido, como de vía de escape, como ventana, como medio de expresión de una persona discreta (yo) poco acostumbrada a llamar la atención, a manifestarse, a dar la nota, más allá de la familia o del pequeño grupo de amigos. Y bueno, desde luego un método fácil sin hacer mucho ruido es escribir. Superar esa vergüenza inicial a que todo el mundo lea lo escrito por tí, y tener conciencia por tanto de lo que ello implica; y dar rienda suelta a las emociones y pasiones para utilizar el repertorio estilístico plenamente y escribir con cierta libertad, sin miedo (porque aquí he dicho cosas de las cuales, algunas, no diría en voz alta o no se lo he dicho/diría a familiares o amigos. Y de un modo que, ni se lo diría a ellos, ni lo sabría expresar hablándolo) . Superando eso todo lo demás ha venido, como se dice, rodado.

74 entradas no son pocas. Así, he tratado muy variados temas, ya fueran de Historia (de España en particular, mi pasión, y muy en concreto de Historia Moderna; los peñazos de Carlos V dan fe de ello) , de Literatura, de Cine o de rabiosa actualidad, ya fuera política, sociedad o incluso televisión. Asimismo, otros temas más íntimos como sensaciones, pensamientos profundos o sentimientos. Dedicatorias. O experiencias vividas.

Mi mayor sorpresa, desde luego, y alegría a la vez, ha sido la de recibir desde el principio toda clase de alabanzas y buenas críticas (en ocasiones, de personas totalmente inesperadas) hacia mi modo de escribir (¿qué? ¿quién me creo?), hacia cómo planteo los temas, cómo los presento. Con lo vergonzoso que puedo llegar a ser... Humildemente, y salvando las distancias, debe notárseme alguna influencia del maestro intocable, del gran d. Arturo Pérez-Reverte. Soy totalmente deudor suyo. Leerme prácticamente toda su obra (incluidos por supuesto sus artículos dominicales) desde los 12 años bien puede tener que ver. O haber leído mucho, en general, en mi vida, desde pequeño. Ya sean clásicos de la literatura, obras más recientes o prensa escrita. Sinceramente y de todo corazón, no me lo esperaba, pero así es. Yo no esperaba tanta repercusión. Por muy poca que sea, porque al fin y al cabo mi influencia es felizmente nula, es infinitamente más de lo esperado. Desde el principio he contado con la fiel lectura de mi amiga famosa, sincera examinadora como digo. Bien pronto se hizo seguidora. Poco a poco, para alborozo mío, la nómina de seguidores fue ampliándose, y , asombrosamente, puedo decir con orgullo (y cierto acojone) que se me lee (demonios, ni que fuera yo un escritor de verdad. Calma...) ...no, digamos mejor que se me ha leído alguna vez a ambos lados del Atlántico, en dos continentes. Tierras tan dispares como México, Venezuela, Argentina, República Dominicana, Perú, Colombia, EEUU, Costa Rica, Canadá, Dinamarca, Turquía, Reino Unido, Bélgica, Uruguay, Francia, y muy variados rincones de nuestra España..... verdaderamente sorprendente. Sorprendente que en todos esos lugares tengan la muy discutible costumbre o decisión de leer este blog. Bien es cierto que en ocasiones depende de los servidores y de los enlaces, y de las fotografías encontradas en el buscador. Pero es igual. Como si son ocho u ochenta. Yo no escribo para nadie en concreto, la verdad. Pero ahí está la gente. Gente impagable de los cuales la inmensa mayoría nunca conoceré en persona o tendré noticia alguna. Por otra parte, más allá de estas remotas visitas, más cerca de casa se encuentra ese pequeño grupo de fieles. Aunque fueran una persona ya me harían feliz. Bueno, pues son varias. Para mi asombro, son varias.

A toda esa gente, amiga, conocida o desconocida, muchas gracias de todo corazón por vuestra infinita indulgencia. GRACIAS. Verdaderamente no soy nadie. Pero todos vosotros me hacéis sentir, interiormente, como si fuera alguien.

6 comentarios:

  1. Me has hecho recordar una frase que leí una vez de Samuel Beckett: "Las palabras son todo lo que tenemos."

    Gracias a tí por compartirlo.

    PS: A ver si coincidimos.

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  2. Una de las cosas mas sugestivas que hago en Internet, y me honro de hacer varias, modestia aparte, es leerte.

    Sigue ahí, Escamillo, con tu par de cojones.

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  3. Me encanta leerte, eso ya lo sabes. Además me encanta poder decir tengo un amigo que escribe genial, mira!!!

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  4. Ni te pares ni entornes la ventana, sigue escribiendo, por tí(para que sigas hablando las cosas que si no son por escrito no las dices) y por nosotros(que queremos seguir conociendote). Un abrazo, Manu.

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  5. No, si me lo voy a acabar creyendo y todo, jeje. ¡¡¡Muchas gracias a tod@s vosotr@s de nuevo!!! Sois enormes.

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  6. Aunque no comente en tus entradas, sólo te digo que las he leído casi desde el principio y lo seguiré haciendo. Escribes de cine y cosas bastante interesantes. Espero otro post como éste el año que viene. Saludos!!!

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