13.3.15

El ministerio de los sueños





¿Poder contemplar la construcción del acueducto de Segovia, el 2 de mayo de 1808 en Madrid, los preparativos de la Felicísima Armada (la Armada Invencible) en Lisboa en 1588 o la entrevista de Franco y Hitler en Hendaya en 1940? Ver y tocar  la historia de España como espectadores más o menos activos y...¿ todo a través de unas misteriosas puertas existentes desde los tiempos de los Reyes Católicos? 

Parece demencial y así es, pero no deja de ser maravilloso, un sueño maravilloso. Se trata de "El ministerio del tiempo", la nueva serie de TVE que está asombrando a propios y extraños, y aunque no esté arrasando en audiencia (como debería y se merece),  está no sólo manteniendo a su público, también ha puesto de acuerdo a la mayor parte de la crítica como hacía mucho no se veía. 
Los periodistas y expertos en series hablaban maravillas de la serie y afirmaban que era lo mejor que había hecho TVE desde hace mucho tiempo, por lo que las expectativas fueron subiendo pese a que fuera una producción nacional. Una vez visto el primer capítulo, y luego los dos siguientes, para mí está justificada esa euforia, pues "El ministerio del tiempo" es la mejor serie española en años, junto con "Crematorio" y alguna otra más como "Isabel" (no vi "El tiempo entre costuras", pero leí y escuché muy buenas críticas) ,  muy por encima de toda la morralla televisiva a la que estamos acostumbrados.






Aunque TVE saca alguna  castaña  de vez en cuando, sus producciones tienen su toque característico y  suelen tener cierto nivel y más o menos calidad, aunque eso no signifique que coseche  toneladas de audiencia; Antena 3-Atresmedia está a medio camino entre las buenas series y las chufas, con habitualmente buenos porcentajes de share (y algún que otro fracaso) y Telecinco-Mediaset se sitúa en lo más bajo, con producciones de calidad regular-mala  en su mayoría, pero repletas de carnaza y cebos fáciles para un público de un nivel social e intelectual muy concreto, que en consecuencia tienen rotundos éxitos de audiencia. 

Ojo, no es mi intención menospreciar a toda aquella gente que vea ese tipo de series; tan respetable es adorar productos de Telecinco y Atresmedia como preferir algo más elaborado y con perspectivas más amplias que la típica comedieta de ex-parejas, cuñados y cuernos, o la clásica telecincada como la actual "Los nuestros", donde una pléyade de guapos y guapas de la televisión nacional (Hugo Silva, Blanca Suárez, Antonio Velázquez...) cuya belleza es inversamente proporcional a su talento interpretativo sirve como excusa para mostrar un ejército español bastante improbable, y donde la trama se centra en los romances entre tronistas, perdón, compañeros. Otras series habituales de Mediaset y de escaso relieve son aquellas que recrean la vida de personajes famosos aún vivos o recientemente fallecidos, como el rey Juan Carlos, Carmina Ordóñez o la Pantoja; cuando se mete en otros fregaos más trascendentales entrega truños como ese desgraciado "Alatriste" estrenado hace poco que eleva a la película de 2006 a la categoría de obra maestra.  En ocasiones Antena 3 quiere demostrar que sabe hacer algo más que "Con el culo al aire" o "Física o Química"  y se pone más seria, y a veces le sale bien ("El tiempo entre costuras") y otras no tanto (como "Hispania", con sus tramas fantasiosas y repletas de tópicos y fallos y sus lusitanos e iberos de nombres griegos, romanos, judíos e italianos).  

En cuanto a la serie de La 1, ciencia-ficción, historia, humor, drama y actualidad es un cóctel explosivo y muy original que puede salir mal, pero si se hace correctamente, puede producir un bombazo de calidad. Con una trama inexplicable (por algo es ciencia-ficción), un buen ritmo y un guión jugoso y repleto de referencias culturales,  unos ambientes conseguidos, una fotografía de película (alejada de la excesiva luz de las series españolas) unas interpretaciones convincentes y unas situaciones y evocaciones fascinantes (con unos apreciables efectos especiales) , más los toques didácticos (con algunas licencias), dramáticos y de comedia, tenemos "El ministerio del tiempo". 

Que bien podría ser el "de los sueños" porque a ver quién no ha soñado nunca con volver o viajar al pasado, tanto el inmediato como el lejano, algo especialmente atrayente y maravilloso si eres historiador como es mi caso. 

El reparto es una combinación de veteranos habituales del cine, el teatro y la televisión como Jaime Blanch (¿quién no recuerda "La gran familia"?) Juan Gea, Nacho Fresneda (el Aimé de "Hospital Central"),  Cayetana Guillén Cuervo  o  Rodolfo Fernando el Católico Sancho y otros rostros más jóvenes como la bella Aura Garrido, por delante de toda una galería de secundarios encarnando a personajes históricos como Velázquez o El Empecinado, aunque el protagonismo recae en el trío elegido para formar un equipo que mantenga la historia tal y como está escrita:

- Julián Martínez (Rodolfo Sancho), enfermero del Samur en la actualidad. Un madrileño de barrio (no sé si Vallecas o Carabanchel) con algún trauma personal; al ser contemporáneo al espectador es la conexión con él y por tanto el que suele tener las reacciones y comentarios más humorísticos aparte de una visión más amplia de los acontecimientos, aunque su sabiduría sea básicamente popular.
- Amelia Folch (Aura Garrido), joven e inteligente estudiante de 1880, perteneciente a una buena familia de la burguesía catalana. Asiste  a la universidad y por tanto es una especie de Concepción Arenal, rompiendo con los convencionalismos de su tiempo. La cultureta del equipo.
- Alonso de Entrerríos (Nacho Fresneda), hombre de honor y veterano de los tercios que combatía en Flandes en 1569 cuando el Ministerio le encuentra. Cronológicamente es unas décadas anterior a espadachines de ficción como el capitán Alatriste o reales como Alonso de Contreras, pero está basado claramente en ellos. En el fondo es como el inmortal personaje de Pérez-Reverte pero con más toques de simpatía y comedia (no en vano se le compara con él en el primer capítulo), y es la fuerza bruta del trío. 

Atención a las reacciones de los personajes de épocas antiguas cuando están en nuestros días, o viceversa, y sobre todo al guión repleto de ironía y fino humor, con referencias a la situación actual, a la cultura popular (música, deporte, cine, televisión) y a la política. En este sentido es una serie para españoles en el sentido de que muchos chistes serán mejor entendidos y más valorados por uno de ellos antes que por un extranjero. 
También hay espacio para el drama y la seriedad, cuando un trabajador del Ministerio  desliza de manera interesante la teoría de para qué sirve mantener la historia intacta (si como según ellos podría cambiarse) ,  pues sabemos que muchas veces acabó de manera funesta, por ejemplo en referencia a la Guerra de la Indepencia (1808-1814), cuando los españoles lucharon juntos para expulsar al francés y por el rey Fernando VII, para que éste luego cortara las libertades e inundara el país de represión, ahorcando a héroes como si fueran un miserable perro, caso de El Empecinado, y  retrasase la salida de España del Antiguo Régimen. Pero lo cierto es que, como concluyen otros personajes y es la pura y perfecta verdad, la historia, para bien y para mal, no se puede cambiar.

Aunque la serie huye cuidadosamente de parecer demasiado reaccionaria (nuestros tiempos son muy políticamente correctos) e intenta no pisar otros jardines, sí se aprecia un sincero orgullo por la historia nacional, algo muy de agradecer, teniendo en cuenta el pasado español, ya sea glorioso, trágico, vergonzoso, maravilloso o triste, pero "nuestro pasado" al fin y al cabo. También es loable ese afán didáctico en estos tiempos donde la enseñanza está tan devaluada y la cultura tan maltratada. No pocos espectadores resaltan que gracias a la serie se están interesando por la historia o descubriendo personajes nuevos, como el olvidado marqués de la Ensenada (1707-1781). Por otra parte tampoco soy el único quien afirma que la serie gana enteros cuando se centra en el Siglo de Oro.
La otra noche contemplé con alegría como, tras su aparición estelar,  Ambrosio de Spínola (1569-1630), militar genovés al servicio de la Monarquía Hispánica, se convirtió en uno de los temas más comentados en Twitter, al igual que en otro capítulo le correspondió a Lope de Vega, etc. No todo van a ser belenesesteban, rosabenitos, deluxes, fútbol y política,  por suerte. 

Por supuesto, "El ministerio del tiempo" no es perfecta y tampoco voy a entrar en si no es tan original por si se han basado en otras producciones extranjeras (la clásica obsesión de que fuera de España se rueda y se produce mejor)  pero dice mucho que a poco que una serie se eleve aunque sólo sea un poco por encima del nivel habitual de la televisión patria, y que  con inteligencia no desprecie al espectador, se obtiene además cierto consenso entre el público y la crítica. De momento sólo consta de 8 capítulos, y ya hay una plataforma en Internet para que se realicen más entregas, pues las posibilidades pueden ser infinitas. Todo un inesperado triunfo para TVE, la cual suele estar más en el punto de mira por sus bajos índices de audiencia, las decisiones polémicas  o la imparcialidad (o no) de sus informativos, aunque también se le recompensa como con la multipremiada "Isabel" o ahora el éxito de "El ministerio del tiempo". 

Bravo por sus creadores, los hermanos Pablo y Javier Olivares. Y bravo por  Televisión Española. 

2 comentarios:

  1. He oído muchas críticas sobre esta nueva serie de La 1, y me sorprende que todas sean buenísimas. Lo que no entiendo es por qué me estoy perdiendo algo así, pero creo que me la voy a pillar por series ly o algo, porque si no todo el mundo va a estar hablando del Ministerio del Tiempo y yo sin poder meter baza. Por cómo comentas, debe de tener muy buena pinta, así que me la apunto.

    Eso sí, yo he visto "El tiempo entre costuras" y no me gustó demasiado. Muy buena puesta en escena, trabajo de peluquería, vestuario y fotografía... pero el guión es demencial y no conectas para nada con la protagonista. He dicho.

    Un abrazo!

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    1. Claro, tienes que verla pronto!! Jeje. Te gustará!

      Y tomo nota de lo que dices de "El tiempo entre costuras", aunque dudo que la vea algún día. Escuché y leí tan buenas cosas sobre ella, y en Filmaffinity tiene un 7,2 de nota media... (claro que eso tampoco quiere decir nada, si "Airbag" tiene un 6.6)

      Un beso Laura!

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